En 1994, el arqueólogo alemán Klaus Schmidt descubrió en una colina próxima a la ciudad de Sanliurfa, en el sureste de Turquía, un conjunto de construcciones megalíticas formadas por grandes pilares, algunos de más de cinco metros de altura y cuarenta toneladas de peso, situados en círculos de entre diez y treinta metros de diámetro.
Las excavaciones e inspecciones por georradar han revelado que en el yacimiento, conocido como Göbekli Tepe –esta expresión podría traducirse como ‘colina pazuda’ o ‘colina ombligo’–, existen al menos veinte de estas estructuras, que se erigieron hábilmente unas encima de otras. Las más antiguas de las que han sido estudiadas hasta la fecha se remontan a hace unos 11.000 años –esto es, serían 6.000 años más antiguas que Stonehenge, por ejemplo–, cuando la región estaba supuestamente habitada por pueblos de cazadores y recolectores.
Algunos de los grandes megalitos que integran Göbekli Tepe fueron decorados con representaciones de animales. No obstante, el hallazgo de unos relieves con figuras antropomorfas decapitadas, varias representaciones de manos humanas y lo que podría interpretarse como una venus prehistórica ha llevado a Schmidt a plantear que debió de tratarse de un santuario, el más antiguo conocido, y a proponer que fue la religión y no la agricultura el factor decisivo en el paso a un modo de vida sedentario. El complejo fue deliberadamente enterrado en el VIII milenio antes de Cristo por razones desconocidas, lo que ha contribuido a su preservación.
Fuente: Muy interesante
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